20061218

clarant b3

regreso a casa después de atravesar la ciudad, de haber subido y bajado escaleras, de haber cruzado avenidas, de haberme topado hoy con más vendedores ambulantes que ayer, de haber recolectado en la calle los olores, las imágenes y los sonidos que hoy me tocaba recolectar por obra del azar. entro a la casa y la bruja me pregunta cómo me fue. últimamente ha demostrado ese tipo de interés, un interés atento y casi afectuoso. yo no me confío del todo, pero sé que a veces es honesta. le respondo que me fue bien, que es inevitable cansarse en esta ciudad y es también inevitable asustarse un poco, en esta ciudad se vive lo ordinario de forma extrema.
me quito el abrigo y entonces recuerdo que en una de las bolsas traigo unas muestras de crema que me regalaron a la salida del metro. el nombre de la crema es clarant b3 y supuestamente sirve
sirve
sirve (!) para aclarar la piel del rostro. se me ocurre darle a la bruja los sobrecitos. ella los mira atentamente y luego me pregunta:
-- y yo para qué quiero esto?
-- pues para ponértelo en la cara.
-- pero aquí dice que esta crema aclara la piel y...
-- y? no te gustaría que tu piel en lugar de ser verde fuera verde clarito?
-- qué???
-- eso, ir del verde botella al verde olivo [me gana un poco la risa].
-- ahora de qué diablos estás hablando? deslavarme la cara? para parecerme a quién?
-- no sé, a michael jackson.
-- a michael jackson...
-- o a la bruja buena del norte...
la bruja entonces se da cuenta de que estoy tomándole el pelo. voltea a verme con cierta malicia, pero su rostro endurecido cede poco a poco hasta soltar una carcajada.
-- la bruja buena del norte, jajajaja, quién querría parecerse a la bruja buena del norte? digo es la bruja buena del norte y está bien que así sea (acá entre nos, en el fondo me cae bien), pero quién querría parecerse a ella en lugar de parecerse a sí misma!
-- ay, bruja, si supieras.