adrienne rich decía que "los extraños son una especie en peligro".
creo que tenía razón. hace unos días me subí al metro y junto a mí se sentó un extraño como de 50 años. escuchó a un vendedor ambulante de discos promocionando su mercancía y comenzó a decirme que: "leyó en el periódico un periodista un reportaje red de ambulantes millones de pesos apenas cien vendedores el negocio del siglo pobre gente". no le hice mucho caso. existía la posibilidad de que bastara con preguntarle en qué periódico lo había leido para no quitármelo de encima (decía la bruja); claro, también existía la posibilidad de que yo estuviera siendo víctima de la paranoia más visceral de mis días (decía la luciérnaga). el extraño siguió: "que los políticos la gente que se consigue unos pesos la inseguridad el tv notas es una basura". y así. de repente dijo: "lo que sí me gusta comprarle a los ambulantes del metro son las novedades, llaveros, juguetes para los niños y cosas así. ya ve el petróleo... aquí lo extraemos y le vendemos a asia el barril a 90 centavos... y ellos nos lo regresan convertido en muñequito" y con la mano sugirió el tamaño del muñequito. me hizo reír, pero igual traté de aparentar que no le hacía mucho caso. él no desistió. siguió hasta que me bajé.
ya fuera del metro sentía el corazón un poco roto. no pude no quise no intenté hablar con el extraño. no hables con extraños no le abras la puerta a un extraño no acepte ayuda de extraños no se ría de sus chistes. en fin. ni hablar.
1 comentario:
el extraño y el muñequito, pensé que nos llevarías al budú...
es raro que digas que no hay extraños, es que cuando salgo a la calle o creo que salgo algún lado todo embona, hay microtonos de identidad por momentos, pero las caras, ¿qué es una cara?
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